sábado, 5 de septiembre de 2009

El 17 de Octubre era un canicular día

Durante el fin de semana me puse a ver unos videos de ¨Sucesos Argentinos¨ sobre el 17 de Octubre. Luego de verlo por primera vez algo me llamo la atención, pero no pude a ciencia cierta saber qué. Lo miré nuevamente y descubrí que era lo que me había hecho ruido anteriormente. El locutor, siempre en off, relataba los sucesos acaecidos ese día, en determinado momento dijo: ¨en medio de la canícula, la muchedumbre se refresca en las fuentes de la playa de Mayo . . ¨. No pude evitar pensar en la palabra utilizada por el locutor, canícula, ((Del lat. canicŭla).1. f. Período del año en que es más fuerte el calor. 2. f. Astr. Tiempo del nacimiento helíaco de Sirio, que antiguamente coincidía con la época más calurosa del año, pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto.) y compararla con las adjetivaciones utilizadas en la actualidad. Es sabido que el idioma español es uno de los más ricos, especialmente en adjetivos, del que disponemos. Lamentablemente año tras año vemos como el idioma se va degradando lenta e inexorablemente ante los embates primero del ingles, fundamentalmente después de la segunda guerra mundial y en los últimos años por el avance de las nuevas tecnologías. El español está indefenso, resistiéndose a ser desmembrado. Luego de una ardua lucha logró finalmente que su letra distintiva sobreviviera a su supresión de los teclados. No hace mucho tiempo, para poder poner una ñ en un texto se debía hacer la combinación de teclas Alt + 164. Afortunadamente hoy tenemos esa tecla y podemos escribir niño, mañana, caña, ñandú o la que queramos sin mayores complicaciones. Pero el lenguaje hablado es otra cosa. Estamos continuamente bombardeados por programas televisivos norteamericanos, ya sean series, documentales o películas traducidas en diferentes estudios de doblaje. Y el ingles es otra cosa. Es un idioma más económico que el español, donde con una sola palabra hacemos referencia a varias cosas muy diferentes entre si, como por ejemplo, ¨body¨, que puede significar indistintamente cuerpo, carrocería, fuselaje, casco de una embarcación, molde de traje, conjunto y, en determinados casos, es adverbio de cantidad, por lo que el leguaje que se nos entrega diariamente a través de la pantalla chica se va acotando y reduciendo. Y no solo la caja boba nos ataca. Los celulares se imponen con sus neografías, los neologismos y sobre todo los anglicismos – en muchas ocasiones impulsados por los publicistas para hacer más ¨cool¨ su producto-. Pero, ¿se puede hacer algo ante todo este avance?. No. Ya Francia en los años ´80 promulgó una ley de defensa del idioma que no dio resultado. Y Estados Unidos no está ajeno de esta degradación. Hace unos años, ciertos legisladores conservadores se dieron cuenta del avance del Spanglish y elevaron un proyecto de ley para hacer del ingles el idioma oficial de los EE.UU, ya que siempre se había dado por sentado que la lengua de Shakespeare era el nacional, pero nunca se lo había hecho ley. La reacción de las comunidades latinas y de los demócratas no se hizo esperar y el proyecto quedo en la nada. Un periodista en cierta oportunidad quiso halagar a García Márquez diciéndole que era en Colombia donde mejor se conservaba el español, en su forma más correcta. Gabo, después de meditar un segundo, respondió que en realidad ese no era un halago, sino más bien una pena, ya que un idioma debía ser un ser vivo y que debía ir evolucionando con la gente, con la sociedad.
Solo me resta formularme una pregunta, ¿Cómo escribiría Borges hoy ¨El idioma de los argentinos¨?. Estoy seguro que sería un libro muy interesante de leer.

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