miércoles, 9 de septiembre de 2009

1984 está llegando inexorablemente

Recuerdo cuando leí 1984George Orwell , seudónimo de Eric Arthur Blair (Motihari, India Británica, 25 de junio de 1903- Londres, 21 de enero de 1950), Rebelión en la granja, Diario de guerra (1940-1942) Matar a un elefante y otros escritos, Una buena taza de té, entre otros–, corría el año 1977 y aún faltaban 7 años para la llegada de la fatídica fecha indicada en el titulo por el autor donde la vida se volvía opresiva y ominosa. ¿Y que nos separa en la actualidad de 1984? donde el estado nos espía desde el aire, invadiendo nuestra intimidad, fotografiándonos y filmándonos para saber si edificamos un cuarto más en la terraza de casa. No quisiera pensar que un empleado público colgará en la red una foto de mi madre, novia, hermana o esposa en topless mientras toma sol en la soledad de la terraza. Ahora andan circulando las camionetas que flashean a los autos mal estacionados para fotografiarlos y cobrarles luego la infracción. Lo mismo con las cámaras puestas en los semáforos. La gente ha comenzado a defenderse poniendo trapos, cartones, rejillas, bolsas o cualquier cosa que impida la delación electrónica. Solo falta que se instalen cámaras en el interior de las casas para controlar que es lo que hacemos pero, ¡que caray!, eso también ya está, solo que estas web cam son de índole privado. Y no faltará mucho para que a un burócrata se le ocurra una manera para acceder a todas ellas y crear una nueva dependencia que controlará que nuestras acciones privadas sean, de acuerdo a las normativas regentes, correctas, bajo el eslogan: Si no hace nada malo, ¿Qué le molesta?. Pero, siempre hay un pero, la gente está felíz con aparecer en una pantalla y mostrarse. Hasta se hace alarde de ser un ignorante o un negado cantando, bailando o lo que sea que esté de moda en ese momento. Solo importa ser visto, no importa lo efímero que sea, solo es importante ser visto. Y eso me aterroriza. El hombre es sociedad en si mismo y por eso es que existe la sociedad. Y cuando la gente se reúne en grupos trata de organizarse, como el consorcio de un edificio, solo que en un consorcio tenemos la ilusión de que controlamos al administrador pero, ¿a los burócratas, quien los controla?. Es la columna vertebral del gobierno, que persiste a través de los años y los mandatos de los elegidos de turno. Los burócratas siempre están, debiendo idear nuevas formas que justifiquen su existencia y que los perpetúe en los cargos. Un ejemplo dramático de esto son los sindicalistas, que deberían responder a las bases, a los obreros, pero . . . . . ., mejor dejarlo ahí. El estado se ha vuelto un monstruo que crece y se agiganta teniendo cada día más ingerencia en nuestros actos privados (Brazil, Terry Gillian, 1985, Oh, que coincidencia, se filmó durante 1984). Lamentablemente no tenemos donde huir. Los que nos damos cuenta que el estado cada día va más allá de la simple ejecución de las normas organizativas, que nos damos cuenta que los ´elegídos´ se entronizan y harán todo lo posible por instalarse, enriquecerse y perpetuarse a cuesta de la base de la pirámide, cada vez estamos más solos, mas aislados y no tenemos donde ir. Solo me hace felíz sentirme acompañado por escritores que han planteado ésta distopía que, desafortunadamente, es cada vez más cercana y han logrado que no me sintiera tan solo: Bruce Sterling, Cyberpunk, Ray Bradbury, Fahrenheit 451, George Orwell y el ya mencionado 1984, pero también Rebelión en la Granja, libro de gran crítica en forma de fábula y que fue prohibido por Churchill para no empañar las relaciones post-guerra con la Unión Soviética, por lo cual la primera edición del libro debió hacerse fuera del Reino Unido. Para terminar esta breve descarga ¿que mejor que unas palabras de Sterling?

´Cualquier cosa que se pueda hacer a una rata se le puede hacer a un humano. Y podemos hacer casi cualquier cosa a las ratas. Es duro pensar en esto, pero es la verdad. Esto no cambiará con cubrirnos los ojos.¨

Bruce Sterling

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